sábado, 26 de noviembre de 2011

BENIGNO LEMA: "LO OCURRIDO EN EL HOTEL MARITIM FUE UNA FALTA DE RESPETO AL EQUIPO" ( II PARTE )


¿Cómo suscita el interés Lema del C.D. Tenerife en el año 88?
Yo pertenecía al Mallorca y no estaba a gusto. Me quería marchar. Esa temporada firmó Belza en Tenerife procedente del Mallorca y en un partido amistoso el equipo perdió ante un rival de inferior categoría y decidieron firmar un defensa. Belza le habló de mi situación a Benito Joanet y así se hizo todo.
 
 
¿Habías jugado contra el conjunto blanquiazul en temporadas pretéritas?
Nunca. Había jugado la temporada anterior en Mallorca en Primera y las dos anteriores en el Celta, una en Segunda que ascendimos a Primera y la otra, en Primera.
 
 
Llegas y me imagino que un campo asiduo de entrenamiento era el terreno detrás de La Grada de Gol.
Sí, es cierto. Ahí entrenamos bastantes veces.
 
 
En esa época los equipos salían por la esquina de la vieja tribuna con la grada de gol. Justo encima había una cantina de coca cola
Era la temporada que estaban todas las obras. Nos cambiábamos en el Pabellón e íbamos caminando por los andamios. Vaya tiempos.
 
 
¿Qué pensaste cuando observabas un Tenerife muy limitado?
La clave de ese equipo siempre fue la calidad humana. Había un grupo excepcional. Fuí feliz desde el primer día que llegué. Por lo tanto, esas posibles limitaciones pasaron a un segundo plano.
 
 
Aquel verano perdieron el Trofeo Teide ante el Marino de Segunda B...
Ése fue el partido que perdió el Tenerife en pretemporada y concluyó con mi llegada a Tenerife.


¿Habían palizas físicas en el Monte de Las Raíces por parte del preparador físico Miguel Feria?
Había entrenamientos fuertes tanto en el monte como en el Estadio, pero lo normal. Es que para conseguir algo hay que trabajar duro y al final valió la pena.
 
 
¿Cundió el desánimo tras aquella derrota en partido amistoso ante el Marino o no le dieron importancia?
Dolió como demuestra el hecho de querer reforzarse al terminar ese partido amistoso. Cuando yo llegué nadie hablaba de eso ya.
 
 
Y comenzó la temporada de forma irregular...
Éramos muchos jugadores nuevos y el principio no fue fácil para nadie. La calidad humana fue lo que cambió el presente y futuro del equipo.
 
 
Uno de los primeros partidos que provocaron la reaccción fue un 2-0 al Racing de Santander en el estadio. Guina metió un golazo de falta casi desde medio campo
Guina fue uno de los mejores jugadores foráneos que vinieron a la Liga española. Le pegaba al balón como los ángeles. Sabíamos que de dos faltas, una la metía. Gran jugador y mejor persona.
 
 
Luego, la semana catalana. Victorias en terreno de Barca Atlético y Lleida.
Una de las claves de esa temporada fueron esos dos partidos seguidos en Cataluña que conseguimos ganar. Nos metió arriba y ya no nos bajaba nadie. Estábamos convencidos de ello.


¿Cuando comprueban que el ascenso es una posibilidad real?
Sin duda alguna, en esa semana catalana. Antes era impensable hablar de ello, después hasta nos gustaba esa presión. Ten en cuenta que era un equipo confeccionado a base de descartes y para nosotros también era una  manera de reivindicarnos.
 
 
¿El técnico Benito Joanet qué comentaba?
El míster supo adaptarse perfectamente. Pasó de ser el entrenador de un equipo que luchaba por la permanencia, a ser un entrenador que luchaba por el ascenso. Y todo ello sin levantar la voz y sin querer ningún protagonismo. Siempre lo dije y lo mantengo. El mejor entrenador que he tenido.
 
 
Nos acordamos de un triunfo frente al Castilla con golazo de Toño en el tramo final...
Vaya lateral derecho que era. Sentía los colores del Tenerife como el que más.
 
 
La derrota ante el Burgos fue un mazazo porque se mascaba el ascenso directo.
La única vez que lloré en mi vida por perder un partido fue ése. Me quería morir. Un partido para golear y perdimos por un golazo desde medio campo que Belza no pudo hacer nada. Bajamos a ese partido desde el Hotel Maritím en el Puerto y era tan bueno el ambiente que había en el equipo que veníamos todos silbando una canción, pues jamás la volví a silbar, ni pasados los años.
 
 
Y llegó aquella victoria en la última jornada. El rival, el Figueras, y una estrella llamada Rommel que anotó cuatro goles.
Todavía lo estoy viendo saltar con el portero del Figueras al borde del área. El portero con la mano y el panameño con la cabeza y aún así le ganó y marcó. Hizo una gran campaña ese año. Una pena lo que depararía la vida.


Promoción de ascenso. El Betis se planta en la isla. ¿Qué sucedió en el Hotel Martitim de Los Realejos?. ¿Cómo fue aquel "plante" por la prima a recibir en caso de subir?
Fue una falta de respeto hacia todo el equipo. Habíamos acordado unos premios y luego no se quería cumplir. De todas formas, el equipo abandona la concentración porque nadie nos atendía y nunca creyeron que lo haríamos, no por temas económicos.
 
 
Hubo aficionados que en un primer momento se rebotaron...
Porque se les engañó. En vez de decir que la plantilla quería un premio por la temporada que había realizado aunque no se subiese, se le dijo a la afición que la plantilla quería una prima por no subir. No es lo mismo, ¿verdad?.
 
 
Y el éxtasis 4-0 al Betis. Aquel Tenerife fue un vendaval.
Nos salió todo bien. Ni en sueños lo podríamos imaginar así. Inolvidable.
 
 
¿Qué secuencia no se te olvidará una vez que llegan a la caseta con el 4-0 en el bolsillo?
Todos abrazados en el vestuario cantando el riqui raca. Como te dije antes inolvidable.
 
 
Y en Sevilla el éxtasis...
Aunque teníamos mucho camino recorrido no nos fiamos. Ahí el mister estuvo especialmente bien. Recuerdo en Los Lebreros un periódico que decía que el Tenerife era nada rodeado de agua, en fútbol. Eso le hizo la charla al míster. No hizo falta decirnos nada más. Estábamos preparados para el partido definitivo.
 
 
El recibimiento en La Plaza de España para enmarcar. Se subieron aficionados en el techo de la guagua que tocaban el pelo de Rommel cuando se asomó a la puerta
Impresionante. Y el avión que no podía aterrizar porque había gente en la pista. Qué suerte haber podido vivir todo aquello.
 
 
¿Por qué no continuó Lema en la isla?
Pertenecía al Mallorca y tenía que reincorporarme. Me quedaba un año más de contrato. El Español pagó un traspaso y allí me fuí. Ya me gustaría haberme quedado en Tenerife pero no pudo ser porque no dependía de mí.
 
 
¿Recibes buen trato por parte del presidente Javier Pérez en la hora de la despedida?
El correcto, sin más. Nos despedimos y cada uno a lo suyo. El presidente no supo entender el mensaje de la plantilla cuando abandonó la concentración.
 
 
¿Eras talismán?. Logras el ascenso con el Celta, Tenerife, Español, Mallorca y Rayo Vallecano.
Y el sexto lo pude conseguir si hubiese firmado por un equipo que estaba a punto de conseguirlo, pero mi decisión de retirarme estaba decidida y no hubo marcha atrás. Mi espalda me había dicho "Basta".
He disfrutado de todos, pero el de Tenerife fue especial. En los demás, era el objetivo, en Tenerife fue el triunfo del grupo, del compañerismo, del equipo. Una barbaridad.
 
 
Lema muchas gracias.
Gracias a vosotros por recordarme aquéllos tiempos tan felices. Muchísima suerte para esta temporada que se vea refrendada con el ascenso y allá donde esté siempre seré un chicharrero más. Un fuerte abrazo.

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