Se vendió como un diamante en bruto. ¡Vamos, el pibe iba a despuntar en los próximos diez años!. Decían que grandes equipos de la liga española se lo rifaban. Tenía ofertas del Barcelona, Madrid, Sevilla,... e incluso del Milán. Medio mundo suspiraba por sus servicios. Y el único crédito que tenía era su trayectoria en el filial del C.D. Tenerife y algunas apariciones esporádicas en el primer equipo... sin destacar por mucho que algunos se empecinaran en afirmar lo contrario.
Como siempre sucede en la isla, ciertos personajes se deshacían en elogios hacia un joven desconocido llegado del exterior. Es la misma cantinela que lleva sucediendo en los últimos 20 años. Lo que llega de fuera, dicho sea con el máximo de los respetos y sin tintes raros, ya es maravilloso sin demostrar sus virtudes. En cambio, lo de casa o no sirve de antemano o si juega y falla a las primeras de cambio se lo cargan de por vida... excepto raras excepciones en los últimos diez años más por necesidad que por devoción.
Y ahora resulta que Josmar Zambrano, que así se llama, puede salir por la puerta de atrás del C.D. Tenerife. A algunos se les debería caer la cara de verguenza. Lo vendieron como El Maradona Venezolano... y se puede ir con rendimiento cero en su hoja de servicios... eso sí, con un contrato decente bien amarradito.
Lo triste es que episodios semejantes a éste seguirán sucediendo. En el Callejón del Combate no aprenden la lección. Para que buscar fuera de la isla, lo que tienen en casa.
P.D: Josmar no tiene culpa. ¡Faltaría más!. Se aprovechó de una corriente favorable y agarró un dinerito... ¡o no el tonto!. A otros se les debería pedir responsabilidades.
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