Si te cito un nueve de septiembre de 1984...
¡Cómo olvidar aquel día! Hicieron una selección de la cantera, donde yo era juvenil, para jugar con el Real Madrid por motivos de la huelga que hubo ese año. Era mi primer partido en Primera División y todo fue diferente a lo que en ese momento estaba acostumbrado. Como anécdota siempre recordaré cuando me subo al autobús y lo primero que me dan es un sobre, que cuando miro, lo cerré muy rápido y pregunté a un compañero, y me dijo con una sonrisa ¡vaya dieta!
Amancio Amaro, técnico del Madrid, quería a Salmerón ¿qué sucedió?
Cuando parecía que iba a subir al primer equipo, vino una lesión de triada de la rodilla, que me tuvo un año fuera de los terrenos de juego.
Y con 22 años fichas en el Tenerife ¿cómo fructificó el acuerdo entre ambas entidades?
Con muchos nervios porque no me querían dejar salir y lo que yo quería con todas mis ganas era jugar en el Tenerife en Primera División. Además, recuerdo que iba todos los días al club para que me dejaran y un día me dijo el señor Molowny, al que le teníamos un respeto muy grande y que era una institución en el Real Madrid, que "no te vayas, como aquí no se está en ningún sitio". Al final, hizo más fuerza mis ganas de jugar en el Tenerife.
Venías de todas las comodidades del mundo. Cuando ves una presentación (verano del 89) con los jugadores pegados uno al otro, mirando para la nueva tribuna... ¡y con la afición metida en el césped! ¿qué piensas?
En ese momento me sorprendió mucho. La gente en el césped, el gran cariño que nos dieron todos los que allí se encontraban, el césped casi por la rodilla, no teníamos entrenador... Siempre recordaré la presentación.
El inicio con Vicente Miera fue horroroso ¿Por qué no se alcanzó una línea de regularidad?
Creo que la pretemporada no fue la más adecuada, sobre todo a nivel físico. Estuvimos sin entrenador parte de ella, se arrancó mal y nos costó mucho enderezarla. Menos mal que al final se pudo salvar.
La buena noticia. La promoción en la Coruña con Xabier Azkargorta en el banquillo del Tete.
Sí, lo pudimos conseguir. Porque hubiera sido un palo para los que teníamos grandes esperanzas de estar la temporada siguiente en Primera.
Y con Jorge Solari se piensa hasta en la Uefa tras una racha positiva de seis o siete jornadas.
En un momento del curso tuvimos esa racha. Es normal después de sufrir tanto, verte en esa situación, hace que la afición piense en metas mayores, aunque nosotros sabíamos cual era nuestro objetivo.
No participas con asiduidad ¿cómo es la relación con los técnicos?
Siempre fue normal. El problema es que no terminaba de estar bien en lo físico, por las lesiones. Antes de terminar el primer año tuve que operarme de un problema que arrastré toda la temporada. No tuve suerte ni continuidad y eso es muy complicado porque venía de jugar siempre.
¿Aquellos compañeros que nunca olvidarás por la ayuda que te prestaron?
Teníamos un vestuario muy bueno y tengo un gran recuerdo. Toño, que era el capitán, estaba para ayudarte en todo. El Gran Rommel Fernández que era espectacular como persona y como jugador. Guina, Luis Delgado, Pier que empezaba... De todos tengo un gran recuerdo.
Año 91. Abandonas el Tenerife ¿Recibes buen trato por parte del presidente Javier Pérez?
Sí, siempre tuve un muy buen trato de Javier Pérez. Al principio no me querían dejar salir. Me decían que querían contar conmigo, que estaban muy contentos y pensaban que pese a que no había tenido mucha suerte, podía aportar muchas cosas al equipo. Yo lo tenía decidido, tenía que irme, jugar y sentirme bien yo mismo.
Terminas en el Levante. Una entidad muy diferente a la actual.
Lo más importante era volver a jugar asiduamente y sentirme bien. Quizás me equivoqué en la decisión de irme a mitad de temporada. Tanta pasión por el fútbol hace que no analices las mejores decisiones y en los momentos oportunos.
Y te decantas por las labores técnicas. Has salvado a muchos equipos en problemas clasificatorios.
He podido estar en la Segunda División y poder cumplir mis objetivos tanto en tres ocasiones en el Poli Ejido como en dos en el Alavés. También ascender con el Almería y San Sebastián de los Reyes y jugar liguillas de ascenso. He podido disfrutar mucho y tener la satisfacción de poder hacer mi trabajo y obtener buenos resultados.
¿En alguna ocasión se te ha presentado la oportunidad de dirigir al Tenerife en los últimos diez años? ¿Te gustaría volver al Heliodoro?
Nunca se ha presentado la ocasión. Espero que en algún momento podamos encontrarnos porque estoy en deuda con esa ciudad y afición que siempre me trató tan bien y a la que le tengo gran cariño.
Salmerón muchas gracias.
Gracias a vosotros y espero de corazón que el año que viene el Tenerife esté donde se merece y de donde nunca tuvo que salir.
