Butarque (terreno de juego del Leganés) quedará siempre grabado con letras de otro en la historia del C.D Tenerife. En la última jornada de la temporada 00-01 el conjunto que dirigía Rafael Benítez alcanzó el ascenso a Primera División. Un gol de Hugo Morales devolvió la ilusión a la isla. El jugador catalán, Antonio Hidalgo, que participó de aquella hazaña, rememora uno de los momentos más felices en el inicio de su carrera profesional.
Leganés-Tenerife ¿Qué recuerdos brotan?
¡¡¡Cómo pasa el tiempo!!! Todo lo que me viene a la cabeza es impresionante; recuerdo perfectamente todo lo que pasó ese día. Desde que llegamos al campo, medio lo ocupaba nuestra gente y el otro medio gente del Atlético. Teníamos una responsabilidad muy grande, pero todo salió perfecto y conseguimos el ascenso. Vi llorar a muchos compañeros, fue algo extraordinario. Salía de casa por primera vez... ¡y pam, ascenso, qué bonito! Después de lo que habíamos pasado la celebración fue espectacular.
Era la última jornada de la campaña 00-01... ¡Se jugaban un ascenso en 90 minutos!
Teníamos que hacer lo mismo que hiciera el Atlético y sabíamos que iban a ganar, por lo que no nos quedaba otra. Fue un partido igualado, siempre llevamos la iniciativa, no llegaba el gol... hasta que El Gran Huguito (el futbolista con más calidad de la plantilla) marcó ¡Nunca he gritado tanto un gol en mi vida, lo grité tanto que me dio un bajón! ¡Qué sensación!
Ese fue el momento culminante, cuando un jugador bajito metió un golazo...
Sí, lo viví desde el banquillo, me acababan de cambiar ¡Qué momento, momento por el que habíamos luchado todo el año, un equipo humilde y muy joven! La clave del éxito fue el gran vestuario que había. Fue determinante.
¿Cómo se vivió aquel éxito en el terreno de juego, en el vestuario...? ¿Qué imágenes no se te han borrado transcurridos once años?
Después del gol quedaban quince o veinte minutos y tocaba sufrir. Lo peor vino faltando un minuto. Barbarín envió la pelota al larguero y entonces vi algo que no se me olvidará en la vida: a Pier con el puño sangrando del puñetazo que le había dado al banquillo. La tensión era máxima, pero el árbitro pitó y llegó el éxtasis... No podíamos parar de correr tras el pitido, de un lado para otro chillando, gritando, abrazándonos... una locura. Ya en el avión, el piloto nos llamó la atención y nos dijo que o nos calmábamos o no despegaba... jajaja. Eso era imposible, había toda una isla esperando.
Y el recibimiento...
¡¡Uffff... recuerdo que llegamos al sur, no puedes imaginar la gente que había, todo el aeropuerto lleno... todo una pasada!! Nos hicieron una especie de pasillo con carritos para llegar al bus. Todo el mundo nos quería tocar, saludar, hubo un momento en el que pasamos algo de miedo porque hubo una pequeña avalancha... todo quedó en un susto. Lo mejor estaba por llegar. La Plaza de España estaba esperándonos. Fue el mejor momento de la celebración y de maestro de ceremonias Pier. Fue apoteósico.
Una temporada en la que el presidente del At.Madrid Jesús Gil metió mucha cizaña, pero ahí estuvo Javier Pérez poniéndolo en su sitio.
Sí. Tanto Atlético como Betis hicieron todo lo posible para que no subiéramos, pero no pudieron con nosotros, fuimos mucho más fuertes en todos los sentidos. Javier fue el artífice de todo. Una persona ejemplar que siempre lo dio todo por su isla y por su equipo. Fue una pérdida irreparable.
Entrenador nuevo (Benítez). Jugadores que debutaban (Martí, Luis García, Curro Torres, Hidalgo...) ¿Pensaron en el mes de agosto que el ascenso sería posible?
Por aquel entonces todos éramos unos desconocidos. Sin embargo, nada más llegar, vi que había gente con muchas condiciones y el tiempo ha demostrado que no me equivocaba.
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