El Otro Diego pasó con más pena que gloria por el Tenerife. Una exhibición en el Bernabéu, un golazo al Zaragoza... y poco más es su tarjeta de presentación como jugador blanquiazul. Tener en el banquillo a sus compatriotas Valdano y Cappa le sirvió de mucho para estar protegido en todo momento.
La fama que precedió a su llegada no la cumplió ni en un 50%. Su fichaje no cuajó. Mucho run-run... y la realidad dejó en evidencia sus carencias en el fútbol europeo. Lo cierto es que el día que llegó a la isla y algunos anunciaron que "tenemos al Otro Diego" me descojoné vivo. Como siempre Canarias es una tierra bendita que atesora una facilidad pasmosa a dar muchísimo a cambio de recibir muy poco.
Y pasó el tiempo. Y lógicamente El Otro Diego tuvo que marchar a contar su historia a otros lugares. Lo hizo a Salamanca donde será recordado por "El Pichichi alcanzado en una temporada donde el conjunto charro se proclamó Campeón de Liga".
Y en la isla del Teide se produjo un enorme derrame de lágrimas porque se iba un emblema del Tenerife... Fíjense hasta donde llegó la desesperación del aficionado que los barrancos se convirtieron en auténticos ríos desbordados con el agüilla que salió de sus ojos...
En la actualidad se dedica a lanzar cojonudas frases que piensa durante horas y más horas para quedar de p.m con el personal. Ahora bien transmitir... transmite muy poco porque la legión de seguidores que verdaderamente le entienden es ínfima. Pero él se siente plenamente orgulloso de lo que escribe y encima llama genio a un servidor. Para mí es un tremendo honor que vos considere que alcanzo esa categoría.
Atiendan a lo sucedido en twitter ante una frase que mejor no recordar:
Mis palabras
-¿Estuviste pensando la frase toda la noche? ¡¡Fuerte rollo!!
-Si hubieses rendido en Tenerife la mitad de lo "bien" que hablas otro gallo hubiese cantado. Lo del Otro Diego te vino muy grande.
-Y avísame cuando te veamos en un banquillo transmitir todo el humo que vendes, maquinón.
-Deja de vender humo y ofrece cosas con claridad. Y muchas gracias por "la regularidad" que mostraste en el Tenerife.
Palabras del Excelentísimo Señor Don Diego Latorre
-Genio, genio. Ud sabe reconocer todo.
-Ni siquiera sos digno de hacerme enojar. Tu poder sobre mi es una fantasía. Sos una platea vacía.
-Mi “regularidad” no es una ofrenda, genio. Genio, el que reclama, el que no puede dar. Saludos maravilla. Ultimo contacto.
Repito, para mi es un auténtico placer que "un emblema del Tenerife y uno de los mejores jugadores del mundo en la década de los años 90" me considere un genio y una maravilla. Anoche no pude conciliar el sueño... Muchísimas gracias Don Diego.
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