No creo en el presunto proyecto de cantera del C.D Tenerife. Me parece ficticio y un cuento chino. No veo un convencimiento serio en los jugadores de la tierra y ya estamos con el rollo de que "se tienen que ganar un puesto en el equipo titular y alguno está distraído". En cambio, aquellos que han llegado del exterior tendrán un puesto asegurado y están totalmente centrados... por lo visto. Tengo todo el derecho a tener esta interpretación de la situación.
Y mientras tanto algunos informadores, aficionados... lanzan dardos envenenados contra futbolistas que se han marchado y han dejado unos números notables en el conjunto blanquiazul. Es el caso de Jorge Perona. El algodón no engaña. Anotó 16 goles, bregó en vanguardia como un jabato... y no es pan comido encontrar un delantero que presente esos guarismos. E indudablemente cada uno puede pensar lo que le venga en gana, pero no entiendo ciertas posturas... al igual que usted amigo lector puede pensar que lo mejor que podría hacer un servidor es dedicarse a jugar al boliche porque de fútbol no tiene ni puta idea. Meter a Jorge Perona en el grupo de los del montón me parece una temeridad y una injusticia como la copa de un pino.
Lo que si resulta llamativo es que Raúl Llorente -- al que no me une ni me desune absolutamente nada, al igual que con Perona, sólo doy mi opinión sincera y humilde -- pueda ser uno de los capitanes del Tenerife la próxima temporada. Ya me quedé flipando cuando a la conclusión del choque ante La Ponferradina fue sacado a hombros por el respetable del Heliodoro. Si los fallos que cometió los comete uno de La Ranilla, de Somosierra o de Chimiche tiene que desaparecer del islote. Sin embargo, es tremendamente querido por la parroquia chicharrera e incluso repito puede llevar el brazalete. Otro ejemplo más de conseguir mucho en tan poco espacio de tiempo ofreciendo más errores que aciertos.
Y en lo concerniente a técnicos que se han incorporado a la disciplina del Tenerife, que me perdone el bueno de Cristo Marrero. Muchos querrían haber entrado con tanta rapidez como lo ha hecho el exjugador sureño sin haber contraído muchos méritos desde un banquillo. Bueno, ninguno para ser más exactos. El fichaje de Kiko De Diego si me parece justo y tiene el suficiente bagaje y preparación para dirigir al primer equipo en cualquier momento si la coyuntura lo requiere.
En fin, siempre estamos con la misma cantinela. Ojalá la realidad deje al desnudo mi total escepticismo hacia el proyecto que lidera Quique Medina.
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