domingo, 24 de junio de 2012

DESASTRE



Por mucho que quieran disimularlo, por mucho que algunos quieran desviar atenciones, por mucho que no quieran decir la verdad porque no conviene... la estancia del Tenerife en Segunda B una temporada más constituye un auténtico desastre.

Era algo que se veía venir porque el conjunto blanquiazul no ha demostrado fortaleza de equipo grande en ningún momento en los últimos doce meses. Ha estado jugando con fuego hasta que se quemó en el último coletazo cuando todos esperábamos que sofocaría otro incendio. A trancas y barrancas como lo ha hecho habitualmente, pero pensábamos que con el apoyo de una afición totalmente entregado, el equipo sería capaz de enfundarse el equipaje de bombero a la perfección. Sin embargo, hubo que llamar a la central de Santa Cruz ubicada muy cerquita del Heliodoro y a la de La Orotava que tuvo que salir embalada hacia el Estadio.

Y sin embargo aquí paz y en el cielo gloria ¡¡Tranquilidad hermanos míos!! como diría el Padre Ismael, director del Colegio Los Agustinos en los años 80 en el Puerto de la Cruz, dando misa en la pequeña ermita que había, y hay, en la casona de La Plaza Concejil. ¿Tranquilidad Padre?, le respondería un servidor. ¡¡Esto es un desastre!!

Y el mayor pecador, Don Miguel Concepción, ha anunciado que no abandonará la nave. ¡¡Tendrá cara y vergüenza el caballero!! ¿Qué dá el Tenerife para no marcharse ni en la ruina total y absoluta? Ruina deportiva... y económica. Porque no me extrañaría que salga algún ilustrado y afirme que el señor Concepción paga a todo el mundo, que no hay problema en el aspecto crematístico... ¡y que la vida es maravillosa desde el Callejón del Combate! En esta bendita tierra llamada Canarias somos tan belillos que se consuma un desastre y la gente aplaude en lugar de poner al padre de esta situación bochornosa y deleznable en su sitio con una pitada monumental y obligándole a coger la puerta de salida ya. Violencia nunca porque la detesto, es propia de cobardes. Sin embargo, hay maneras lícitas de decir a este sujeto que él es el problema y que... ¡¡ya vale coño!! El y alguno más que se cree que el Tenerife es un juguete.

Y por enésima vez el marrón se lo come un técnico canario. Quique Medina llevó al Tete hasta la última oportunidad de poder dar el salto de categoría cuando insisto nadie daba un duro. Y es tan noble que en rueda de prensa pide perdón. Otro se hubiese enrrollado de tal manera para salvarse él del desastre. Pero no, Quique asume responsabilidades y eso es muy digno de alabar, aunque desgraciadamente me juego lo que quieran que no va a seguir en el cargo ni en los mejores sueños del señor Concepción.

¿Y qué podemos decir de ciertos jugadores? Porque lógicamente no se van a ir de rositas. Un proyecto en el que la canariedad ha brillado por su ausencia y donde los alcahuetes y chulos que hay en esta bendita tierra -- si he dicho bien, alcahuetes y chulos -- han vendido a ciertos futbolistas llegados del exterior como Maradonas cuando resulta que venían a una entidad sumida en la Segunda B. Como siempre, algunos tienen que ganar primicias en el vestuario y lo mejor es hacerlo lamiendo el culo.

En fin, el próximo curso tendremos dos representantes tinerfeños en la Segunda B, Tenerife y Marino. Y lo digo como lo siento. Si el equipo sureño tira por la canariedad y lleva una línea coherente y seria, yo miraré más para Los Cristianos que para Santa Cruz. Porque sin desdeñar lo bueno que viene de fuera, es posible triunfar con lo de casa. Y usted amigo lector debería inclinarse por la misma filosofía. Es un modestísimo consejo de un servidor que de fútbol no tiene ni puta idea.

Mis mejores deseos al Tenerife, pero no barrunto un futuro halagüeño si la situación no ofrece un giro radical ¡¡Qué pena!! Y por cierto ¿a ver si ahora hablan aquellos que estaban posponiendo para final de temporada las críticas duras? Dudo mucho que se expongan, el señor Concepción tiene un poder inmenso...

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