Creo que el entrenador del Tenerife García Tébar ha visto un poco adormilada a su plantilla tras cuatro victorias consecutivas y lanzó un auténtico órdago. Además, si a esta cuestión añadimos que el conjunto blanquiazul visita al colista que podría dar un susto si afloran las confianzas, pues qué les va a contar un humilde servidor que ustedes no sepan. Hasta este punto "podríamos llegar a entender" lo sucedido.
La vertiente más complicada es si el míster del Tete ha hecho bien aireando los trapos sucios y riñendo a sus pupilos con dureza públicamente. Ahí creo que radica el punto clave.
Y lo podemos extrapolar a la situación que vive un padre con su hijo de doce o trece años años. El progenitor está hasta las narices de echarle la bronca en casa y un día le da un escarmiento delante de todos los vecinos que están en la calle y además de los que empiezan a asomarse a las ventanas al escuchar los chillidos. Hay dos posibilidades, y más hoy en día, o el pibe cambia radicalmente de actitud y empieza a comportarse como un hombre responsable... o se agarra un empute definitivo, la arma en casa y se pierde...
Pues lo acontecido guarda cierta semejanza. Tébar parece que tiene los cabos atados. Sin embargo, ¿cómo habrán sentado sus palabras en la plantilla que dirige? ¿Y si los hijos deportivos de Don Andrés se le rebotan ante el Montañeros? P.D: Esperemos que precisamente se reboten... pero en sentido positivo. Como chicos responsables, es decir, 0-5 ante el colista y vuelta pa el islote. Y por cierto, otra pregunta que podría surgir es, ¿se querrá Papá Tébar desmarcar de una posible derrota en tierras gallegas?
No hay comentarios:
Publicar un comentario