jueves, 15 de marzo de 2012

¡RELAJATE ARAGONESES!


Discutir el nivel que está mostrando Sergio Aragoneses en su segunda etapa en el C.D Tenerife sería de necios. Está viviendo una época esplendorosa y se ha convertido en un sustento importante para que el equipo continúe en puestos de play off... sin olvidar su excelente rendimiento en temporadas pretéritas.

Pero de ahí a creerte superior al resto -- intencionada o no intencionadamente, eso no lo discuto, digo lo que veo, acertada o equivocadamente -- sólo va un paso. Y si encima ciertos medios (algunos pelotas auténticos) no hacen sino resaltar que "Sergio salvó el resultado, Sergio salvó el resultado, Sergio salvó el resultado..." cuando resulta que él es parte de una derrota cuando ésta se produce por mucho que haya ejecutado una gran labor, es lógico que el protagonista se crezca, se crea por encima del bien y del mal, grite a sus compañeros, proteste todo a los colegiados... con lo que más tarde o más temprano sucede lo que ha sucedido recientemente. Te sancionan porque te disparatas... o te encaras con un compañero (Rubén Rosquete) en un entrenamiento sin venir a cuento... o por mucha razón que tengas, la pierdes cuando se pudo ver por las imágenes de televisión a un Sergio fuera de órbita en el Mundialito intentando perseguir al delantero canterano desconocemos con qué intención.

¿Y por qué vengo hoy jueves con este palique? Pues sencillamente porque es mi opinión -- ¡no, va a ser la de mi tío Enrique, tengo cada cosa! -- y porque creo que Sergio se ha percatado de la situación. El portero gallego afirma hoy en www.laopinion.es que " son cosas que pasan y, quizás pensándolo en frío, me tenía que haber aguantado un poco la lengua", referente a su expulsión en el partido Montañeros-Tenerife y la sanción que recibió". Además, comenta que ""jugar tanto te hace sentir importante, pero lo que cuenta es el grupo". Son palabras esclarecedoras de Aragoneses que certifican que ha metido la pata.

La actitud de Sergio me recuerda a la de Iker Casillas con el Madrid. Le meten un gol y se queda mirando para sus compañeros como diciendo "¡ay, qué errores cometen!" y dando la sensación de que él no es culpable. Y lo peor es que los alcahuetes enaltecen esa postura equivocada del protagonista y le hacen creerse más de lo que realmente es.

Sin acritud Sergio. Estás como una moto, pero cuando el Tete pierde, tu también pierdes por mucho que hayas parado. Eres tan culpable como aquel que tuvo una actuación pésima.

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