martes, 6 de diciembre de 2011

NACHO BLANCO ( www.ovieditis.es )

Jorge Perona entró con buen pie en el Real Oviedo. Debut y gol en partido loco ante el Atlético B en el Tartiere con sólo un entrenamiento con el equipo. Ese día los azules entraron en puestos de play off por primera vez en la temporada, la segunda vuelta ya había comenzado. Fue titular indiscutible, hizo goles como hizo en la primera vuelta con el Sangonera, fue la referencia del equipo junto a un excelso Manu Busto, que simplemente estaba en otro planeta distinto al resto de la Segunda B. Ya se conocían del Lorca, el Oviedo sacó provecho y acabó la liga regular cómodamente en la segunda plaza, aunque lejos de un Alcorcón al que llegó a tener a tiro coincidiendo con la visita precisamente al filial del Tenerife (1-0).

En la fase de ascenso tocó un Pontevedra lanzado, que venía de clasificarse para el play off en la última jornada tras un duelo a vida o muerte en Mendizorroza ante el Alavés. En Pasarón los azules dieron la cara, la primera parte fue gallega pero Perona puso las tablas y cuando más dominaban los de Pichi Lucas el Pontevedra hizo el 2-1. Para la vuelta en el Tartiere, ambiente excepcional, más de 20.000 incondicionales para superar un marcador asequible, nadie presagiaba la tragedia. Los de Pablo Alfaro se quedaron con diez antes del descanso, todo venía de cara pero el Oviedo no tenía fluidez en ataque, no podía con las dos líneas de cuatro en treinta metros que plantaba el Pontevedra. Igor de Souza heló el Tartiere con el 0-1, Perona empató cuando ya estaban con nueve pero de nuevo Igor en la prolongación hizo el 1-2. Hubo críticas para todos, sólo Perona se salvó de la quema porque fue el único que estuvo a la altura del escudo y del objetivo.

Empezó la temporada lanzado, tiró del carro las primeras jornadas pero el equipo no carburaba (adjunto artículo que escribí en mi blog), se instaló en la zona media-baja y al final se contagió del resto, las lesiones tampoco le ayudaron. En diciembre tuvo ofertas, pidió irse al Cádiz porque el club tenía problemas para pagar todas las fichas, la suya era una de las caras. En plena negociación pidió no entrar en una convocatoria, lógico cuando tienes la cabeza en otro sitio e inconscientemente vas con el freno de mano puesto por miedo a una lesión o cualquier percance. La afición no le entendió porque el equipo necesitaba de todos, ahí le puso la cruz. Finalmente no le dejaron salir y se quedó, incluso fue titular en los primeros partidos de Pacheta y cuando se lesionó ya no volvió a entrar.

Jorge no es una persona que se calle las cosas. El ambiente respecto al máximo accionista es irrespirable, una medida de la afición fue hacer una montonera de arena en los accesos a la Ciudad Deportiva del Requexón que solamente perjudicaba a plantilla y cuerpo técnico a la hora de entrar, nunca a directivos. Perona habló ante la prensa y dijo que ésa era "una más" y que no beneficiaba en nada al equipo. A partir de ahí la afición ya no le pudo ver. Y cuando acabó la temporada y se supo que Jorge había sido uno de los dos futbolistas que había reclamado ante la AFE que el Real Oviedo le adeudaba parte de las mensualidades de Mayo y Junio, todo estalló para mal.

Es por eso el recibimiento hostil que tendrá el domingo, no lo comparto aunque él tampoco hace nada por evitarlo, más bien al contrario. Ha llegado un punto en que jugador y afición azul han perdido el norte y esta semana todo ha ido a más. Están estropeando lo que debería ser un partido precioso entre dos equipos de Primera, con dos aficiones de Champions, en una categoría que no les corresponde.

http://www.ovieditis.es/2010/09/al-volante-jorge-perona.html

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