"No es fácil tener un estilo de juego en un equipo nuevo". La pronunció Antonio Calderón en rueda de prensa tras perder en Oviedo. Si te detienes un minuto puedes exprimir la frase y contiene un rico contenido.
En primer lugar, puede significar que la realidad lo ha absorbido y ha tirado la toalla... y eso que ha tenido tiempo para imponer su criterio.
En segundo lugar, puede representar que no sabe ni lo que dijo porque se lió tanto ante la presión que supuso la derrota que se aferró al primer pretexto que le vino a la mente.
En tercer lugar, puede evidenciar claramente una excusa. "Perdimos y a ver si entra con vaselina" habrá pensado.
En cuarto lugar, él mismo se delata. En su día dijo que no entendía las críticas y que ahí estaba la clasificación, luego que había que mejorar ciertas cosas, más tarde hizo una gran autocrítica en una entrevista en Radio Club Tenerife,... y ahora viene con este cuento.
En quinto lugar...
Y tras esta exposición llega la realidad. Tres meses sin vencer fuera de casa, dos puntos sumados de los últimos nueve posibles, los rivales que se acercan, el entrenador que da muestras de... ¿no saber o poder voltear la situación?,... es decir, se dan todos los condimentos para que la relación Antonio Calderón-C.D. Tenerife... ¿sufra una ruptura?
El choque en Asturias era clave para que el conjunto blanquiazul "diese un golpe sobre la mesa" afirmando con rotundidad "presentamos nuestra candidatura" y la sensación que arroja es que ha sido un retroceso de grandes dimensiones.
No sé, no tengo pruebas, pero me da la impresión que puede ser una semana en la que alguno del dúo que dirige la nave desde el Callejón del Combate dé la cara.
P.D: Calderón ha fusilado y ha matado una vez más a Jesús Alvaro dejándolo fuera de la convocatoria. Con otros es más condescendiente.
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